lunes, 18 de febrero de 2013

De vuelta a las Andadas


Ha pasado más de un año desde la última vez que escribí en este diario.

En el último combate, el Southern Wind sufrió numerosos daños y mi tripulación estaba cansada. En vista de la situación consideré oportuno retirarnos a tierra firme. Era necesario sacar el barco al dique seco, para llevar a cabo las reparaciones; y entre el movimiento y el trajín de la mudanza de los cañones, la arboladura, los botines y demás enseres necesarios para la navegación perdí de vista éste mi diario. Pasé algún tiempo buscando, y hace unos días lo encontré en el tambucho de uno de mis botes, lo que hizo que me surgiera alguna duda, pero no le dí importancia, pues el propio hallazgo desvió mi atención. Curiosa la casualidad la de aquel día, cuya mañana llegaron a mí ciertos rumores provenientes de Tortuga de cierto tesoro que hace un cierto tiempo estuve buscando. Al retomar las líneas escritas en alta mar, sentí cómo el vacío que me atormentaba durante mi larga estancia en puerto, se llenaba de unas tremendas ganas de continuar con la búsqueda! 

Debido al cansancio y los costes de la reparación del barco, ésta se detuvo. Pero con estas nuevas fuerzas, y las pistas de los rumores acerca del tesoro, ya he reunido a la tripulación y el barco está listo y ansioso de humedecerse de nuevo entre olas y mareas.

Hoy, día dieciocho del año en que vivimos, retomo mi travesía! De vuelta a las andadas, con la típica y añorada incertidumbre hacia lo desconocido, y con la alegría de saber, que: Marineros, al fin tenemos rumbo... ¡Todo a estribor!

sábado, 4 de febrero de 2012

Piratas contra Piratas


Los piratas, de la hermandad se ha oído hablar, de ese grupo sanguinario, del enemigo; pero yo, por experiencia, os puedo asegurar que un infierno ha resurgido de esos nada añorados y temidos los que vengan, combates...contra piratas.

La gran mayoría de piratas y filibusteros son guiados por su ego, y por esta simple razón, muchos de ellos se han llegado a matar. Matar, no hay cosa más desagradable que matar, después del acto te embarga una horrible sensación, que el tiempo no consigue borrar ni al peor enemigo se la deseo. Pero aún me consuela saber, que, aunque una pequeña minoría, ciertos piratas "honrados" aún conservamos ese espíritu aventurero e inocente que nos impulsa a ver el mar de otra forma, a ver el mar como un verdadero pirata.

Como iba diciendo, los peores combates se han dado en enfrentamientos entre piratas, entre sucios perros filibusteros, arrogantes necios, indefinibles para resumir, con el único propósito de divertirse,aumentar sus bienes materiales o vengar alguna situación personal. Por gracia o desgracia, según desde donde se mire, yo me incluyo en este amplio grupo de piratas, al que la vida me indujo como posiblemente única salida de la situación en que me encontraba. Sin embargo hay quien dice que no importa el qué se lleve, sino el cómo; pero por una sola razón me lancé a surcar las aguas, me enamoré, del mar; y con un propósito, una condión, un sueño...

Yo, desde mis pesadillas, que por alguna razón solo me atacan en tierra firme, revivo alguna situación, en la que el destino me ha situado, rodeado como presa indefensa, luchando contra barcos enemigos, o amigos, por la ironía de que eran piratas, haciendo tambalear el mío y con las condiciones meteorológicas de su favor. Pero el mar refuerza la fe del hombre y le hace firme y valiente, y como que hay Dios que salí airoso de esos trances.

Sólo les doy un consejo, no se rindan, no se entreguen sin luchar, aférrense a su alma marineros, porque ellos se llevan el resto...

¡Todo a estribor!


miércoles, 23 de noviembre de 2011

Aguas revueltas


Tras salir de aquellos desesperantes mares, nos dirigimos a Tortuga, repusimos fuerzas y medio mes después, nos disponemos a cruzar el cabo de Hornos, lugar donde la escarcha nos hiela las velas y los temporales nos lanzan contra las rocas del litoral...con qué maestría manejamos, nosotros los piratas, las drizas para navegar con vientos cambiantes...¡Nunca el hombre fue más hombre que en estos tiempos de navegación a vela! 

Ya adentrados en la tormenta, amenazados por vientos cada vez más fuertes, consiguió gritar el serviola, al que ya dábamos por muerto: ¡Velas a la vista! Y por si no teníamos ya bastante con el temporal, un pequeña flota de dos barcos navegaban en nuestra dirección, y que según decía el catalejo, a pesar de las condiciones, no tenían cara de sólo venir a saludar...eran piratas chinos, que al parecer iban de regreso hacia la costa de Cantón, en China.

Los piratas de allí son muy distintos de los del Caribe. Muchos entran en el negocio por tradición familiar. Se agrupan en grandes flotas, a veces formadas por cientos de barcos, de modo que sería una insensatez intentar luchar contra ellos, sobre todo teniendo en cuenta que muchos de sus juncos, nombre que reciben sus embarcaciones, también sirven de vivienda a las familias de los capitanes. El hecho de tener a sus mujeres e hijos a bordo hace que los ataques de estos piratas sean mucho más enérgicos y desesperados.
Muchos piratas chinos son unos espadachines extraordinariamente habilidosos, aunque a sus barcos no les faltan cañones ni otras armas de artillería.

Por suerte, solo nos hemos topado con dos barcos y de menor tamaño que el nuestro, y además no se encuentran en buenas condiciones de salud así que nos será fácil salir de este trance; lo que más me preocupa es si amainará la tormenta, porque de lo contrario...

¡Todo a estribor!

domingo, 20 de noviembre de 2011

Días de sol


Llevamos unos días un tanto abrumadores, el viento parece haberse esfumado, parece haberse separado del mar y sin él, el mar no es mar y nosotros no somos piratas.

Se nos acaban las provisiones y el agua potable, apenas queda ron y los hombres ya no se soportan entre sí.

Llevamos unos días sin ver tierra en varias millas a la redonda, tan solo agua, tranquila y apacible, y nuestro propio rastro de cadáveres flotantes que no resistieron el calor del sol y el peso de la atmósfera...Esto es un infierno. Durante las largas horas del día, las ganas y el empeño en encontrar el tesoro desaparecen y se convierten en meras fantasías desesperadas e impacientes de una buena dosis de motivación y que sólo durante la noche vuelven a ser reales, cuando la pequeña brisa marina, aún inservible para mover las velas, se puede sentir sobre la tez curtida de mi rostro.

Ya es el tercer barco fantasma, entre bergantines y pequeños bajeles, que encontramos vagando por estas desoladas aguas y que cuando abordamos sin resistencia, no encontramos en ellos ni una vida y ni una gota de agua; incluso los peces parecen haber desaparecido.

Muchos viajeros y viejos piratas, hablan de estos días, que según dicen se viven en muchos viajes, no sé si saldremos de esta...Pero incluso en estas circunstancias, nunca hay que perder la esperanza, así que esperaré impaciente el día en que los vientos vuelvan a resurgir de la nada y podamos huir de estos mares alejados de la mano de Dios rumbo a Tortuga...y espero que llegue pronto.

¡Todo a estribor!

viernes, 4 de noviembre de 2011

Carenar un barco pirata


Sigo una pista muy importante, el mapa que tengo en mi poder va revelándome poco a poco todos sus secretos y aunque mi deseo es seguir navegando tras la pista del tesoro, debemos sacar el "Southern Wind" del agua para carenarlo, operación que hay que llevar a cabo cada tres meses. Se coloca el barco de costado y se limpia y se raspa el casco de percebes y todo tipo de algas y moluscos adheridos al casco. Esto permitirá que  nuestro barco vaya más rápido y evitará que se pudra a causa del teredo.

Espero no nos lleve demasiado tiempo, no quiero que la tripulación se me impaciente.

¡Todo a estribor!


sábado, 24 de septiembre de 2011

El descanso en un barco pirata


El descanso es algo de vital importancia en la vida de un pirata. Os imagináis a un marinero adormilado y cansado manejando los cabos y múltiples aparejos de un barco, o las armas en un combate... sería una amenaza para la seguridad del barco y de su tripulación. Esto no quiere decir que el descanso en un barco pirata sea placentero y agradable... todo lo contrario. Los piratas dormimos en hamacas colgadas del techo de las bodegas o en camas procuradas con sacos y mantas entre los cañones. Las bodegas de los barcos no disponen de mucho espacio ni son cómodas respecto a la altura de sus techos. Y por ese inconveniente nos vemos obligados a dormir en estas circunstancias. Yo como capitán, dispongo de mi camarote propio, pero tampoco disfruto de muchos lujos, me solidarizo con mi tripulación...

Suelo hacer escala, de vez en cuando, en puertos piratas para dar un respiro y algo de tranquilidad a mi tripulación, aunque no quiero decir que se tomen tan a pecho lo de descansar cuando atracamos en puertos piratas... pero, descansen o no, deben estar preparados y atentos a mis órdenes o tendrán que asumir las consecuencias...

¡Todo a estribor!

jueves, 22 de septiembre de 2011

La alimentación en un barco pirata





En un barco pirata, la alimentación, la buena alimentación brilla por su ausencia.

Tras hacer escala en un puerto el barco se llena de provisiones, pero no suelen durar mucho, ya que los viajes son largos. Los alimentos frescos pronto se echan a perder y tenemos que alimentarnos a base de galletas duras y legumbres secas. ¡A muchos hombres se les caían los dientes y enfermaban de escorbuto! La pesca nos ha ayudado también a sobrevivir en múltiples ocasiones. Y es de agradecer el día que toca pan duro y queso rancio. Ah, un consejo, si os enroláis en una tripulación pirata, os recomiendo comer bajo cubierta, gracias a la oscuridad no podréis distinguir los gusanos que pueda haber en los alimentos...

y además de nuestros variados menús, no puede faltar ¡la botella de ron!

¡Que aproveche!